Siento la rudeza del título. Todos sabéis lo que realmente quiero decir con la palabra botones, lo único que para que el señor Google no me censure he tenido que edulcorar la palabra cojones. Se me ha escapado lo prometo, yo no quería...
Tras un retiro voluntario de unos cuantos (bastantes) meses de las pistas de pádel, el pasado sábado volví a la carga oficialmente.
No, no estoy loca. Sí, es nuestro próximo GRAN reto para 2.017. Los 82 km que tendremos que recorrer en la media maratón de la Orbea Monegros 2.017 el proximo 29 de Abril, así de primeras parecen poca cosa, pero nada más lejos de la realidad. Es una de las carreras cicloturistas más multitudinarias, duras y exigentes de España, que no todo el mundo logra terminar. Mi/nuestro firme propósito: llegar a meta.
Tras superar una primavera algo complicada y un final de verano difícil, ahora que el otoño ha llegado para quedarse, siento que es el momento de parar. Parar, reflexionar y asimilar que todo lo que ha ocurrido, ocurre y está por sucederme, es por una simple razón: es lo que el destino tiene dispuesto para mi.
Yo que andaba terminando un post sobre la genial experiencia que fueron las dos pruebas BTT que hemos disfrutado estos días y me encuentro, de nuevo, con la necesidad de pronunciarme. ¡El mundo del pádel nunca dejará de sorprenderme!
No tenía previsto publicar esta entrada, ni siquiera había pensado pronunciarme al respecto más allá de Twitter, pero el otro día me enteré de las nuevas medidas que la empresa World Padel Tour acaba de tomar y sinceramente, tengo la necesidad de decir lo que siento.
Cuando hace algo más de un año le dije a mi padre (súper ilusionada, por cierto) que iba a comprarme una bicicleta, pensó que era un simple capricho. Cuando el pasado día 21 de julio le dije que había comprado otra bici mejor, sé que su corazoncito palpitó.