Sí, también escribo...
22:14
Desde que tengo uso de razón, me ha gustado contar historias. Incluso, llegué a ganar algún premio en el cole tipo "Festival de Navidad". Pero ahí quedó la cosa. Universidad, comenzar con tu vida profesional, ocio, otros hobbies... consiguieron desbancar a la factoría de tramas que solía habitar en mi. El último recuerdo que tengo en el que alguien me pedía que escribiese algo, fue para la graduación de Bachillerato. Demasiado tiempo atrás, aquella mujer menuda de pelo corto y con una adoración casi enfermiza por el análisis sintáctico, descubrió mi secreto. Agenda, tapas de cuadernos, los bordes de notas clandestinas... cualquier lugar era el apropiado para reflejar esbozos de ideas, tramas imposibles o incluso palabras con las que completar frases inacabadas.
Repito: no mucho, pero suficiente tiempo atrás.
Repito: no mucho, pero suficiente tiempo atrás.
No fue hasta el otoño de 2.014 cuando decidí retomarlo seriamente. ¿Quién tuvo la culpa? Pues principalmente las redes sociales que me hicieron descubrir aquel reto de nombre extrañísimo: Nanowrimo.
A estas alturas, todo aquel que me conoce, sabe de sobra de qué va este asunto, pero por si acaso hubiera algún rezagado, os lo explicaré. National Novel Writing Month, así de sencillo. Consiste en escribir una novela de 50 mil palabras durante el mes de noviembre. Se realiza a nivel mundial y durante ese mes, tu único objetivo vital es completar las 1.612 palabras diarias. Tu pareja, amigos, trabajo, comer a tu hora... estará sobrevalorado. No es una ironía de las mías, es la realidad más absoluta.
Gracias al reto, en el que por supuesto me embarqué junto a mi infatigable Little Red, conocí a un montón de gente, de edades muy dispares, con los que compartir infinitas horas de creatividad. Y cafés, muchos cafés...
Gracias al reto, en el que por supuesto me embarqué junto a mi infatigable Little Red, conocí a un montón de gente, de edades muy dispares, con los que compartir infinitas horas de creatividad. Y cafés, muchos cafés...
Me sentí cómoda, en mi salsa e incluso el ritual de quedar a escribir los domingos con los #mañowrimos se convirtió en algo esencial incluso una vez finalizado el reto. ¡Te sientes tan genial contando historias!
Todo este rollo introductorio, viene a colación del último o penúltimo vídeo (según el tiempo que pase hasta que publique este post) que Little Red ha colgado en su canal de YouTube: Los jóvenes también escriben.
¡Claro que escribimos! Y ahora me dirijo a ti. Tú, ya lo sabes...
Gracias. Gracias por motivarme a seguir creando historias y encontrar razones por la que haber dado vida a aquel personaje tan malvado haya merecido la pena. Gracias, porque a pesar de que el destino más probable de mis manuscritos será un cajón o la carpeta más remota de mi disco duro, sigo teniendo ganas de sumergirme en tramas de los más disparatadas. Gracias, por transmitirme energía y ánimo con las que afrontar los bloqueos creativos. Gracias, porque nuestras sesiones de ascensor, son ejemplo en charlas motivadoras.
Y gracias por convencerme, de que #Drassen mi primera novela Nanowrimo, se merece una oportunidad. No ha hecho falta un "Helen, retoma #Drassen". Se lo que pretendías y he captado el mensaje. Con ese vídeo se que te dirigías a mi en especial y todo el mundo en particular. A la Helen escritora, indecisa y en ocasiones desanimada por el drama que los "grandes profesionales" de la escritura, suelen connotar a la palabra escritor.
No, no es un término reservado a intelectuales, señores con barba, señoras con apellido compuesto o culos que ocupan sillones en la RAE. Amigos, (entre otras cosas) soy escritora. Pero sin presión ni pretensión. Escribo cuándo quiero, dónde me siento cómoda y con quién me apetece. Y encima, puedo permitirme el gran lujo y placer de crear historias como churros con la gran y simple satisfacción, de disfrutar del tiempo invertido.
Ahora sí. Va por ti #Drassen. Tras dos años en el más absoluto y consciente de los olvidos, voy a comenzar a releerte, a mimarte, a destriparte y a enriquecerte con tanto tiempo e ilusión, que no notarás la diferencia. Tengo ganas, ideas nuevas que revolucionarán la historia y personajes que ya nunca más serán protagonistas.
¡No imaginas la cantidad de planes que tengo para nosotras!
To be continued...
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